- Área: 800 m²
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Fotografías:Renzo Rebagliati
Un lote de 1600m2 en Miraflores fue subdividido. El lote intervenido es de 800m2. Este requería de un nuevo ingreso principal con estacionamiento y una cocina/lavandería para ser nuevamente habitable. Las pre-existencias consistían en un gran jardín con árboles, una piscina con terraza y un bungalow de estructura de madera con sala, dormitorio y baño. La nueva cocina se ubicó donde había un antiguo depósito sin techar. Se tomaron los muros y el árbol existente como bases directrices para el planteamiento de la nueva cocina.
El proyecto se tomó como un ejercicio para pensar en la arquitectura de una cocina.
La arquitectura del bungalow pre-existente (obra de Richard Malachowski en los 90) tiene una condición de apertura y conexión explícita con el exterior por su estructura de madera y cerramiento de mamparas de vidrio. En el diseño de la nueva cocina se optó por un espacio en donde la diferencia entre adentro y afuera sea muy clara. Esta separación de atmósferas hace que se refuerce la experiencia del espacio interior, y así tener otra forma de relación interior/exterior dentro del terreno.
La subdivisión del lote creó una situación atípica de vivienda, donde los espacios interiores están incomunicados y se acceden a través del exterior. Esto se tomó como un punto a favor para crear un espacio autónomo dentro del terreno: con su propia lógica y atmósfera. De este modo, la necesidad de un techo significó la oportunidad de darle al ambiente de cocina luz cenital uniforme y procesada a través de un techo de vigas de madera. La composición estructural del techo hace referencia al Pabellón Nórdico de Sverre Fehn en Venecia, pero adaptado a una escala doméstica y a una estructura de madera.
Se aprovechó la existencia del árbol ubicado en el interior y este sirvió como articulador del espacio, alrededor del cual se organiza la zona de cocina, el comedor de diario y la despensa. Además, su presencia significó un gran aporte a las cualidades espaciales de la cocina, situación que se acentuó al pulir su tronco.
La relación entre el interior y el exterior se da mediante la apertura de dos vanos en los muros pre-existentes: uno para la zona de cocina y otro, más bajo a nivel de una persona sentada, para la zona del comedor de diario. Estos vanos se diseñaron como dos muebles-ventana cuyo espesor se utiliza como repisas y lugares de almacenamiento. Estos muebles-ventana sirven como sistemas que, al regular la apertura de los paneles de madera, se controla la luz, la ventilación y la vista al exterior, cambiando el espacio a conveniencia de las personas. El diseño de estas ventanas se hizo teniendo en mente los sistemas de iluminación y ventilación de las casas Jaoul de Le Corbusier y las casas Esherick y Fisher de Louis Kahn.
Finalmente, se exploró el uso de los materiales en su estado más esencial y primario: el concreto, el ladrillo, la madera y el acero. Asimismo, se procuró repensar y diseñar a detalle todos los componentes arquitectónicos que conforman una cocina.